Deseemos con todas nuestras fuerzas
que la Vida haga que l@s dirigentes europeos
incluidos los nuestros tengan razones
para llorar con tanto dolor y miedo
como el de los niñ@s refugiados.
En absoluto como venganza
sino para que nazca y crezca en ellos
la empatía necesaria y actúen en consecuencia
De esa forma mi gratitud ya la tienen.