Nada de nada.
Porque cambiar de opinión y propugnar el cese de la violencia no es de héroes, es de seres humanos. Y la humanidad debería ser intrínseca a las personas.
Si hay que aplaudirla es que nuestra sociedad está enferma. Por eso, entiéndanme y siento si les molesto, pero yo no tengo nada que aplaudir a Otegi.