El coronavirus a lo largo de su desarrollo nos ha mostrado gente insolidaria y egoista, políticamente claramente incompetente y radicales pseudo religiosos y fanáticos negacionistas más creyentes en los milagros y castigos divinos que en la ciencia que nos ha permitido evolucionar y desarrollernos como especie.
Y entre estos últimos, o como mezcla de todo, nos revelan ahora que hau una residencia en Gipuzkoa que se niega a creer que las vacunas funcionan y, como consecuencia, parece ser que se niegan a administrarla a sus redidentes.
Que haya necios y gilipollas sobre la faz de la tierra no puede sorprender a nadie, y que alguno se cuele y llegue a puestos altos o medios en una administración es triste pero cierto.
Que haya necios y gilipollas sobre la faz de la tierra no puede sorprender a nadie, y que alguno se cuele y llegue a puestos altos o medios en una administración es triste pero cierto.
Lo profundamente lamentable es que desde los puestos políticos responsables del desarrollo del cuidado de la población. no haya coraje suficiente para mostrarse claro y contundente ante hechiceros o negacionistas y se les permita desarrollar sus temerarias ideas, "salpicando" a otras personas inocentes.
Triste, lamentable y profundamente repugnante.
Triste, lamentable y profundamente repugnante.