El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

sábado, 16 de enero de 2021

Trump, el frente antisistema fundamentalista
y el desmarque radical del Partido Republicano.
¡¡Qué ganas de cambiar de fase de una vez!!

Los 20.000 integrantes de la Guardia Nacional que han tomado posiciones en Washington para evitar una insurrección ante el inicio de la etapa Biden contrastan con los 8.000 que protegieron la inauguración de Trump en el 2017. Las cosas han cambiado. Y han cambiado a peor. Durante los cuatro años de la presidencia de Trump, el ambiente político se ha enrarecido en Estados Unidos, la sociedad se ha polarizado y el número de milicias armadas hasta los dientes se ha incrementado.

Existe un frente antisistema en el que se mezclan trumpistas, supremacistas blancos, militantes de extrema derecha, instigadores de una segunda guerra civil, cristianos fundamentalistas, creyentes en las teorías conspirativas –algunas realmente extravagantes e inverosímiles, salvo para ellos–, ciudadanos que creen contra toda evidencia que Biden le robó las elecciones a Trump y acérrimos partidarios de las armas. 

La posibilidad de que incidentes similares a los del día 6 se repitan y agraven, ahora enmarcados en el traspaso de poderes a Joe Biden, es considerable. El temor a un trumpismo extremista se acrecienta según pasan los días. Y aun en el caso de que Trump, tras un segundo impeachment, quedara definitivamente inhabilitado para ejercer cargos públicos, los planes de sus hijos y otros familiares para concurrir a las elecciones, por no hablar de la importante masa de votantes trumpistas, hacen temer que estemos ante un fenómeno duradero.

Solo un desmarque radical del Partido Republicano podría comenzar a encauzar la solución al problema. ¡¡Qué ganas de cambiar de fase de una vez!!