En junio de 1982, durante la Guerra de las Malvinas, una familia argentina recorre el país de norte a sur para depositar las cenizas de su hijo, muerto en la batalla de Puerto Darwin, en un glaciar. Son 3.000 kilómetros de viaje en una 'road escena' que se desarrolla en torno a un 'Ford Falcon' de 1971.
La obra del dramaturgo uruguayo Sergio Blanco –dirigida por Natalia Ménendez, que ya llevó a escena su 'Tebas Land'– es una tragicomedia en la que cinco personajes y un fantasma repasan sus vidas.
Junto a la madre obsesiva y rota por el dolor interpretada por la bilbaína Goizalde Núñez, el padre (Jorge Usón) la hija y su novio (Olalla Hernández y Juan Blanco) y la chica transexual que encarna Cecilia Freire viaja el hijo fallecido, al que da vida Teo Lucadamo.
Los intérpretes muestran todo un abanico de registros, de la comedia a la pura emoción, en una obra que plantea en qué medida podemos evolucionar a partir de la desgracia.
El título no solo alude a la batalla de Puerto Darwin sino al viaje del científico inglés a Las Malvinas en el siglo XIX, donde hizo observaciones que luego plasmó en su idea de la evolución y la transmutación de las especies.
Pero dicho todo esto, la obra no consigue enganchar, y deja la sensación de que no se entiende bien ni el mensaje ni la obra en su conjunto.
La obra del dramaturgo uruguayo Sergio Blanco –dirigida por Natalia Ménendez, que ya llevó a escena su 'Tebas Land'– es una tragicomedia en la que cinco personajes y un fantasma repasan sus vidas.
Junto a la madre obsesiva y rota por el dolor interpretada por la bilbaína Goizalde Núñez, el padre (Jorge Usón) la hija y su novio (Olalla Hernández y Juan Blanco) y la chica transexual que encarna Cecilia Freire viaja el hijo fallecido, al que da vida Teo Lucadamo.
Los intérpretes muestran todo un abanico de registros, de la comedia a la pura emoción, en una obra que plantea en qué medida podemos evolucionar a partir de la desgracia.
El título no solo alude a la batalla de Puerto Darwin sino al viaje del científico inglés a Las Malvinas en el siglo XIX, donde hizo observaciones que luego plasmó en su idea de la evolución y la transmutación de las especies.
Pero dicho todo esto, la obra no consigue enganchar, y deja la sensación de que no se entiende bien ni el mensaje ni la obra en su conjunto.