- Las relaciones de PSOE y Unidas Podemos, si la tercera parte de lo que se cuenta es cierto, y algo habrá, tiene que estar rayando el límite.El pulso en Igualdad parece ser que ha marcado un punto de inflexión en la convivencia entre ambos partidos y el enquistamiento parece amenazar con trasladarse a la ley de vivienda mientras se abren nuevas batallas internas como la reforma laboral, pensiones o reforma de los delitos de expresión.
Yo confío, o al menos así lo quiero ver, en que gran parte de estos aparentes enfados sean teatralizaciones más o menos controladas para alimento ideológica de los simpatizantes más foribundos de cada marca electoral, pero si así no fuera o fuese, y la gilipollez hubiese hecho mella real en las mentes más ilustres de ambas organizaciones, el peligro político y el coste electoral para ambas familias políticas sería absolutamente lamentable y díficil de perdonar.
La esperanza en que recobren la cordura no quiero perderla,
aunque, reconozco, empiezo a preocuparme.