ERC durante estos últimos meses ha sabido desmarcarse parcialmente de la locura política del gobierno catalán y, aunque se ha mantenido en sus reivindicaciones soberanistas ha sabido pactar con el gobierno del Estado. Y esto, que debería de ser motivo de orgullo y diferenciación del resto de partidos independentistas, no esta sabiendo mantener en esta campaña delante de sus posibles votantes.
En cuanto desde sus colegas de gobierno actual le han señalado y acusado de saber dialogar y pactar con quienes no piensan igual que ellos, lejos de crecerse y reivindicarse con orgullo, se han "cagao", se han "encojido" y se han mostrado como lo que no son ni esperamos que sean. Y en ese mundillo donde cada uno siempre esta dispuesto a sumar "dos huevos duros", se ha "acojonado", bajando las orejas y escondiendo el rabo.
Queda la esperanza de que a partir de la semana que viene recuerde aquello de donde dije "digo", digo "Diego".