Cuando uno tiene mucho dinero,
no importa cómo lo haya conseguido,
cada vez que se le llena la casa de "suciedad"
tiene dos opciones :
Limpiarla de mierda,
o cambiarse de casa.
Casado ha optado por lo degundo.
Y el comprador no puede sorprendernos.
Shrek se muda a la vieja sede del PP
atraído por el hedor a ciénaga.