Las izquierdas no socialdemócratas europeas
no pueden aplicar en 2025 a la actual situación geopolítica mundial
un discurso antimilitarista en los mismos términos que hace cuatro décadas.
El rechazo a la OTAN no tiene hoy el mismo significado que en 1986

sábado, 31 de julio de 2021

"Por favor, solo se admiten vacunados.
Abstenerse negacionistas, gracias."

En diversos países, incluido el nuestro, hay resistencia por una parte minoritaria de la población, a la idea de una vacuna obligatoria contra el COVID-19.
El debate al respecto ha cobrado fuerza allí donde hay suficientes vacunas pero decae la disposición de la gente a inmunizarse.
En mi opinión, por una parte, desde el 
momento en el que todo el mundo haya tenido acceso a la vacunación, se puede y debe imponer medidas a los que se niegan a vacunarse, en el marco de las exigencias de la sociedad en su conjunto.

No es razonable tratar igual a la hora de relacionarse en la calle, en los bares, en los cines o teatros, etc, a los vacunados que a los que reniegan  de manera absolutamente insolidaria de hacerlo.

Y tampoco sera lo mismo ser funcionario o trabajador público, por ejemplo en la sanidad o la enseñanza, o privado de cara al público, que un ciudadano que viva en el monte solito consigo mismo. La obligatoriedad de hacerlo parece muy razonable en el primer caso.

Y si los tribunales revocan leyes razonables es porque los políticos en general, pero unos mucho más culpables que otros, no llegan a acuerdos suficientes para aprobar leyes que ningún juez pueda echar para atrás.