Deliveroo ha enviado esta nota a sus clientes. En ella se lee que van a abrir un proceso de blablabla sobre una propuesta para dejar de operar de España cuando faltan apenas unos días para que se apruebe a “Ley rider” (que creo que se la sopla) aunque, según Cinco Días, la decisión de marcharse ya está tomada.
Deliveroo asegura que palma pasta y no puede competir con sus rivales, que se siguen comiendo toda la tostada. Aunque pueden decir misa porque el negocio de Deliveroo en España se desconoce, ya que la empresa no presenta cuentas en el Registro Mercantil desde 2016
Todos sabemos lo que están diciendo porque lo han soltado muchas veces sin despeinarse: sin poder explotar a falsos autónomos, su chiringuito jamás será rentable. Y el 12 de agosto se termina el plazo que le dio la justicia para que convirtiera a los autónomos en trabajadores de plantilla, así que, algo habrá influido en la decisión de pirarse.
Empresas como Deliveroo, Glovo o Uber no han dejado de insistir en que hay “adecuar” la legislación laboral a su modelo y hablan de “flexibilidad”. Partidos como Ciudadanos han seguido apoyando ese discurso envenenado que no es más que pasarse por el forro la ley y eliminar obligaciones para reescribir los derechos laborales y cagarse en el Estatuto de los Trabajadores. Su objetivo es tener empleados gratis y además sin tener que garantizarles derecho alguno.
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