La decisión de Ciudadanos de apoyar al PSOE en la comunidad de Murcia para desbancar al PP tiene una gran trascendencia para el futuro de la formación naranja en España.
Justo cuando se habían iniciado conversaciones entre las cúpulas del PP y Cs para plantear la fusión de ambos partidos, el movimiento de Murcia supone la apuesta decidida de Inés Arrimadas por intentar que su partido subsista como formación bisagra y no acabe subsumido dentro de las filas populares.
Lo que vino después del anuncio en Murcia con el rifirrafe en la Comunidad de Madrid sobre si fue antes el huevo (moción de censura) o la gallina (elecciones anticipadas) tiene también una evidente importancia en el tablero político español, pero lo que supone un cambio estratégico de calado es la actitud de Ciudadanos.