La sacudida que Inés Arrimadas le ha dado al tablero es de las que obligará a recoger fichas en el suelo.
¿Cuáles?
Todavía es pronto para saberlo, pero de momento ya alcanza a una comunidad como Madrid, la joya del PP, y puede acabar en el Congreso, abaratando el precio de los apoyos al Gobierno de Pedro Sánchez.
La astucia, mal entendida como casi siempre en el caso de la presidenta madrileña, ha llevado a Isabel Díaz Ayuso a dinamitar su acuerdo con Ciudadanos y convocar unas elecciones para evitar que el partido de Arrimadas trasladase a esta comunidad su nueva alianza con el PSOE en Murcia.
Astucia porque ha provocado un embrollo legal que probablemente se acabará dirimiendo en los tribunales, que es donde la política española ha decidido transferir muchas de sus decisiones por la incapacidad de resolverlas en los Parlamentos. El filibusterismo no es propiedad exclusiva de ninguna formación, aunque algunas abusen más que otras para desesperación de los letrados de las distintas Cámaras.
La decisión de Arrimadas de romper la foto de Colón fractura el bloque de la derecha y liga el futuro de Ayuso a Vox, algo que a ella no parece molestarle mucho pero que echa por tierra los planes de Pablo Casado en su intento de marcar distancias de una extrema derecha envalentonada y todavía más crecida tras haber barrido a Ciudadanos y al PP en Catalunya.
jueves, 11 de marzo de 2021
La decisión de Arrimadas de romper la foto de Colón
fractura el bloque de la derecha
y liga el futuro de Ayuso a Vox
Ayuso liga su futuro a Abascal en un movimiento que puede arrastrar a Casado, cuyos planes para ofrecerse como una alternativa al PSOE alejado de las estridencias de la extrema derecha se alejan.