A la "irresponsabilidad" de Ayuso de convocar unas elecciones en plena pandemia no se puede sumar "ni más frivolidad, ni más espectáculo, ni más testosterona". Son las palabras de Mónica Garcia ante la entrada como elefante en cacharrería de Pablo al ruedo electoral. Y no es menos cierto que las mujeres tienen todo el derecho a estar cansadas de hacer el trabajo sucio para que en los momentos históricos se les pida que se aparten para dejar al varón de turno ocupar el liderazgo.
Creo que nos ha gustado a muchos, por diferentes motivos, el gesto de Pablo de dejar el gobierno y bajar a la arena política madrileña, pero de ahí a considerarse el salvador de la izquierda hay mucho que hablar. Ese liderazgo que obtuvo hace varios años ha ido disminuyendo paulatinamente y muchos de sus sloganes han ido cayendo por el camino. Un detalle del que no se ha hablado mucho pero que me parece especialmente lamentable ha sido esa especie de nombramiento regio de su sucesora, tal como se hace en la monarquía o en partidos como el PP. Eso me ha parecido especialmente lamentable y poco respetuoso y consecuente con lo que oficialmente defiende.