No existe un concepto más estrecho de la libertad que el de aquellos que solo la defienden para quien pueda comprársela.
El proyecto darwinista del PP en Madrid ha consistido en destruir los servicios públicos para establecer un sistema de privatizaciones que solo permite el ejercicio libre de la acción política y civil y del desarrollo humano a las clases privilegiadas que tienen los recursos suficientes para actuar con una gran abanico de posibilidades.
Ayuso es la última heredera de esa saga liberticida que perpetúa la desigualdad y garantiza que la clase trabajadora tenga muchas menos oportunidades de mejorar su posición social.
La libertad para quien se la pague.
La presidenta de la Comunidad de Madrid,
Isabel Díaz Ayuso, en Arroyomolinos.
www.eldiario.es/opinion/zona-critica/ayuso-liberticida