en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

miércoles, 3 de marzo de 2021

El monarca bien preparao sabe que desde Carlos III
no hay un rey español que no haya nacido, vivido o muerto en el exilio.

 La tempestad no va a amainar. Si el monarca bien preparao cree que el silencio le conviene, puede que en esta ocasión se equivoque. 


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"No hables a menos que puedas mejorar el silencio",
reza aquel viejo adagio, pero esta vez
no parece que el silencio esté mejorando nada para nadie.

Tanto el refranero popular como la literatura clásica contienen centenares de citas ponderando las ventajas de permanecer callado. 
"De lo que no se puede hablar, mejor es callarse", concluía Wittgenstein en su célebre Tractatus;
"me gusta cuando callas porque estás como ausente",
declamaba Pablo Neruda
"hay dos maneras de demostrar la incompetencia,
permanecer callado o hablar y despejar toda duda"...

También hay citas para defender lo contrario: 
"Quien calla, otorga", por ejemplo; 
"Hablar es bueno para el cuerpo y para el alma" 
asegura el siquiatra Rojas Marcos

Se mire desde el ángulo que se mire la tempestad, como decía al comienzo, ya no va amainar, y es bastante probable que la bola de nieve continúe aumentando de grosor.

Y si, con todo este descalabro, al gobierno se le ocurre propiciar el regreso del anciano rey, es probable que padre e hijo estuvieran poniéndole la alfombra definitiva al advenimiento de una etapa histórica nueva.
Como recordaba este domingo en el diario El País un exministro del PP, "desde Carlos III no hay un rey español que no haya nacido, vivido o muerto en el exilio".