Los israelíes votan hoy por cuarta vez en dos años. Las tres anteriores elecciones no han servido para conseguir un gobierno estable y todo indica que van a seguir atrapados en este limbo electoral mientras el primer ministro Beniamin Netanyahu no dimita.
Está procesado por corrupción y en España el tema no nos suena especialmente lejano.
Está procesado por corrupción y en España el tema no nos suena especialmente lejano.
Netanyahu se aferra al poder porque busca una mayoría parlamentaria que pueda aprobar una ley de inmunidad a su medida. Hasta este extremo sus intereses personales interfieren con el bien colectivo de Israel.
Israel está votando hoy, seguramente, sin reflexionar sobre cuestiones clave para su porvenir como la pandemia, la ocupación militar, el fuerte agobio religioso, el lastre moral, etc ...
Y todos los indicadores señalan que ganará Netanyahu,
aunque no lo tendrá fácil para formar gobierno
y no se descartan unas quintas elecciones antes de final de año.
Pocas democracias se han sometido tanto al poder de un primer ministro "presuntamente" corrupto.