La presentación de la ponencia política al público, y una vez que todos los ilustres analistas concluyeron que la misma no era mas que un apaño para contentar a la vez a las dos sensibilidades del partido, quedó prácticamente eclipsada con las noticias que se difundieron inmediatamente después en relación a la retirada primero de Imaz y luego de Egibar.
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Siendo ese el horizonte y el objetivo perseguido, el texto también se plantea el escenario, creo que no deseado, de una situación de bloqueo por imposibilidad del acuerdo. Y ante tal eventualidad, como instrumento de desbloqueo se plantea tímidamente que ‘sería deseable’ que fuera la propia sociedad vasca quien a través de la consulta validara un proceso que permita superar los obstáculos. Está claro, cuando menos en el texto, que esta previsión no se erige en el eje central de la estrategia que debe inspirar la política del PNV los próximos cuatro años.
Además yo estoy seguro que si de verdad apostamos por la estrategia de los acuerdos transversales el consenso será posible. Puede que sea excesivamente optimista pero la otra posibilidad, la del desacuerdo y el enfrentamiento, ya se a donde conduce y no quiero volver a realizar ese recorrido.