El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

martes, 4 de septiembre de 2007

Rajoy, ¡qué gran "pesao"!

Ayer mismo acusó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de no querer “asumir responsabilidades políticas”, en materia antiterrorista, “y tampoco dar explicaciones al conjunto de los ciudadanos”, tal como señala Enric Sopena en su periódico digital.

¿Cuáles son las “responsabilidades políticas” que ha de “asumir” Zapatero? ¿Qué mal ha hecho el líder socialista en tan decisivo capítulo?

Utilizó más o menos idéntica receta a la ensayada por sus antecesores, singularmente Felipe González y José María Aznar.

Lo que sí tendría que explicar muy bien el jefe de la oposición es por qué él y sus adláteres proyectaron, y siguen proyectando en la actualidad: la sombra de la sospecha sobre la actuación del presidente del Ejecutivo en la lucha contra el terrorismo.

La carga de la prueba la ha de aportar quien acusa. No el acusado. ¿Dónde están las pruebas, Sr. Rajoy, de las supuestas fechorías cometidas por Zapatero durante el proceso de paz? No existen.

Rajoy, tras las elecciones del 14-M, se metió en un jardín que ha resultado ser un endiablado laberinto. Y no sabe cómo salir. No hay manera de que encuentre la puerta. Se montó en el corcel de la ira y se dejó llevar por su frustración y la de sus compañeros genoveses.

Es decir, quemó sus naves y empezó a dar bandazos navegando a la deriva en una frágil chalupa. Se comporta como un náufrago sin brújula. Su deriva comienza a ser patética.

¿A ver si por una vez en la vida, y sin que sirva de precedente, voy a estar "de acuerdo con Fraga"?