A diferencia de otros lideres políticos europeos, alguno de ellos muy cercano a nosotros, y haciendo caso omiso de las amenazas chinas, la canciller alemana ha recibido al lider tibetano. Es cierto que el resto de la Unión ha apoyado este gesto, pero no es menos cierto que se echa en falta, en general, una actitud más firme en esta linea por parte de Europa en su defensa internacional de los DD. HH.