Son tics que se esparcen por todo el documento y donde sus autores han asumido como propia la visión de la izquierda abertzale sobre supuestas carencias de la democracia española que deben subsanarse para que llegue la paz. En realidad, para hacerle un favor a la izquierda abertzale tendrían que haberle dicho que son ellos los que arrastran carencias y que cuanto antes las corrijan mejor para todos, que son ellos los que deben integrarse en el sistema democrático y no éste en los esquemas de ETA y Batasuna.
El documento de ayer se ocupa por extenso de los terroristas presos y de los huidos de la justicia, a los que define como «actores activos», pero se olvida de las víctimas del terrorismo, a las que se despacha con una mención marginal.
La izquierda abertzale ya tiene otra hoja de ruta sobre la mesa para hacer agitación por los foros internacionales, pero si la de Aiete, que tenía más relevancia, se agotó sin que diera los frutos que quería, menos partido le van a sacar a ésta.
F. Dominguez en El Correo