Así las cosas, ellos tan sorprendidos como los demás, ocuparon las sillas o sillones desde las cuales, de vez en cuando, hay que tomar decisiones. Ya no valía decir a todo que no, ni decir que esto lo haría así o asau, sin tenes que hacer cálculos económicos básicos haciendo cuadrar las entradas y las salidas, los balances de las cuentas de las arcas municipales.
Y en estas se encontraron con "el sindicato". Y desde su nueva posición era imposible seguir diciendo amén a todo. Los del "sindi" se hacen los enfadados y al gobierno no le queda otra salida que, para que recapaciten cuando salgan de su enfado, hacer públicos los sueldos, los "abusos" suprimidos a los trabajadores y las condiciones insolidarias y abusivas que gozan, según sus propias palabras.
Merece la pena leerlas y esperar la respuesta de estos, de la misma manera, con datos y sin slóganes baratos. Yo, a veces, teniendo la experiencia de conocer de primera mano la "casa". es decir, el ayuntamiento, desde todos los ángulos posibles, sin que sirva de precedente, en esta ocasión, comparto la opinión que manifiesta el gobierno municipal en su escrito. Y si queréis ver de qué se trata, aquí tenéis la hoja de Bildu:
