La Unión Europea debería quitarle al Gobierno y a la televisión israelíes la posibilidad de usar a sus cantantes
para blanquear su imagen y proyectar al mundo un país moderno, inclusivo, tolerante y progresista.

lunes, 27 de mayo de 2013

Ya sólo les falta aplicarse el cuento

Visto en el templo de Miribilla, en Bilbao.