el Informe 2013 denunciamos que se han vulnerado los derechos de millones de personas que han huido del conflicto y la persecución o que han emigrado en busca de trabajo y una vida mejor. Gobiernos de todo el mundo muestran más interés en proteger sus fronteras nacionales que en proteger los derechos de sus ciudadanos o de quienes buscan refugio u oportunidades en sus países.
El respeto a la soberanía de un Estado no puede ser utilizado como una excusa para la inacción. ElConsejo de Seguridad de la ONU debe oponerse a los abusos que destruyen vidas y obligan a la gente a huir de sus hogares. Eso significa rechazar doctrinas carentes de moral que aseguran que el asesinato en masa, la tortura y el hambre no son asuntos de todos.
Durante el último año, la comunidad internacional ha sido testigo de varias emergencias de derechos humanos que han obligado a muchas personas a buscar un lugar seguro, en sus propios países o cruzando las fronteras. Desde Corea del Norte hasta Malí, Sudán o República Democrática del Congo, hubo gente que huyó de sus hogares con la esperanza de encontrar refugio.
Quienes viven fuera de su país, sin patrimonio ni estatus, son las personas más vulnerables del mundo, pero a menudo se las condena a vivir miserablemente entre las sombras. Es posible un futuro más justo si los Gobiernos respetan los derechos humanos de todas las personas, con independencia de su nacionalidad. El mundo no puede permitirse limbos donde los derechos humanos no existen.