Y aunque parezca un contrasentido, entiendo que ambos dos conceptos deben de ir unidos en todo momento. Cuesta creer que en pleno siglo XXI la maternidad y su voluntariedad sigan siendo temas de discusión y uno de los ganchos más importantes para sacar a la calle a protestar a quienes lo defienden y a quienes intentan boicotear ente concepto.
Imagen recogida del post "Aborto Gallardón" del blog "Rosa y espinas" |
De vez en cuando nos llegan noticias de esa parte del mundo musulmán con poder político donde una mujer violada es obligada a casarse con su violador. Y, en general, por aquí, afortunadamente todavía, eso lo vemos mal.
Pero en Europa, en países donde con otra religión con importante poder político todavía en sus estructuras, se oyen voces que defienden el que una mujer violada, embarazada con peligro para su salud o simplemente sin quererlo, se le obligue a culminar su embarazo y a ser madre involuntaria. Algo absolutamente irracional.
Y es que, además, para colmo, los mismos que defienden el castigo de la maternidad no deseada, sustentan los recortes sociales a madres sin recursos y a niños con importantes carencias de todo tipo, castigando doblemente a una situación injusta a seres inocentes.
Por eso, hoy más que nunca, felicito a las madres, a todas esas mujeres que en un momento u otro de su vida, aceptaron voluntariamente la responsabilidad de tener descendencia y redoblo mi compromiso con las otras, con las condenadas a serlo sin quererlo, para que nadie tenga que revivir sus desgraciadas experiencias.