El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

sábado, 4 de mayo de 2013

Nos disolvemos. Lortu dugu.

Entre los que formamos parte de Gesto por la Paz, existe un amplio consenso para poner punto final a nuestra trayectoria y, al mismo tiempo, somos conscientes de que quedan importantes tareas por hacer:



• La decisión del “cese definitivo de la actividad armada” de ETA sólo puede desembocar en su desaparición definitiva, sin ningún tipo de contrapartida o condicionante. Como se
ha demostrado en el pasado reciente, la izquierda abertzale es quien tiene mayor capacidad de influencia y, por tanto, mayor responsabilidad para que esto sea así.

• Se debe mantener la separación radical entre el desarrollo de los proyectos políticos y el problema de la violencia terrorista. El futuro dependerá de los acuerdos y consensos que libremente se alcancen en cada momento, desde una concepción dinámica de la política que se ve tremendamente favorecida por la desaparición de la violencia.

• Se debe crear una memoria viva de lo ocurrido que incluya el reconocimiento crítico de las vulneraciones de los derechos humanos, el respeto a la dignidad de las víctimas y la deslegitimación de la violencia que las ha causado.

• Se debe reconocer a todas las víctimas generadas por ETA, GAL, otros grupos terroristas y la violencia ilegítima de las Fuerzas de Seguridad en su lucha antiterrorista. La izquierda abertzale no se puede refugiar en esta apelación a todas las víctimas para no realizar el reconocimiento específico hacia las víctimas de ETA y no asumir su responsabilidad por haber contribuido de manera decisiva en la perpetuación de esa violencia durante años.

• La política penitenciaria debe facilitar los procesos individuales de reinserción que partan del reconocimiento crítico del daño causado. Tiene que darse una aplicación normalizada de la legislación vigente y, en general, se debe humanizar el tratamiento de los presos.

Efectivamente, quedan cosas por hacer, cuestiones importantes y de transcendencia, que son responsabilidad de toda la sociedad. Pero pensamos que Gesto por la Paz ya ha realizado su contribución fundamental: concienciar y facilitar un medio de expresión colectiva frente a la violencia específica generada en Euskal Herria. No sólo fue eso, pero ese objetivo principal ya lo cumplió.