en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

jueves, 13 de junio de 2013

Pere Navarro monta el cristo. Observemos las reacciones del personal.

Cuando uno tiene problemas internos, en su familia política, midiendo los tiempos de desencuentro, cuando mira las encuestas y las previsiones de voto de la ciudadanía, que le muestran cada vez con mas rotundidad su inexorable camino hacia la insignificancia, cuando observa que sus declaraciones políticas sobre la vida cotidiana cada vez tienen menos eco en la prensa, sea canallesca o presuntamente amiga, tiene que dar un órdago que despierte del aburrimiento al que tiene sometido a su entorno, haciendo ver que aquí esta él para opinar, aunque sea de lo que no tiene ni puta idea. Además, eso de la uniformidad tiene su morbo y en tiempos de crisis vende y permite incluirse en el club de los "queda bien".


El asunto tiene que preocupar por estos lares. Mas que nada porque si empieza a sonar dentro de los grandes partidos no es difícil que el tema se expanda cual virus informático en sistema operativo Windows. Además ya está el partido de Rosa para aplaudir con las orejas cualquier sugerencia que tienda hacia la uniformidad de la patria y, la verdad, no apostaría ni un duro a que si Más tiene que votar contra el concierto para sacar mejoras en su tinglado, lo podría hacer sin poner muchos reparos. 

Así que "al loro" y recordemos quién dice qué, quienes callan como muertos, quienes sonríen como hienas, quienes rompen las vestiduras ajenas, y quienes lo tienen claro y apuestan su carrera política en ello.