El acto de ayer fue un acto "cargado de electricidad" y de "emoción".
Un acto organizado desde hace mucho tiempo,
que ridiculiza la excusa de "problemas de agenda".
Una ceremonia solemne de entrega de Francia a España
de archivos intervenidos a ETA en el país galo,
como excusa para celebrar conjuntamente
el punto final y simbólico a una larga historia
de terror, dolor y miedo.
Un acto organizado desde hace mucho tiempo,
que ridiculiza la excusa de "problemas de agenda".
Una ceremonia solemne de entrega de Francia a España
de archivos intervenidos a ETA en el país galo,
como excusa para celebrar conjuntamente
el punto final y simbólico a una larga historia
de terror, dolor y miedo.
Las llamativas ausencias de hoy permiten sospechar
que algunos añoran la falta de rédito político
que les ocasiona la victoria definitiva
de la democracia sobre el terrorismo.