En mi opinión, pare terminar de asentar las esperanzas que ha sembrado en gran parte de la ciudadanía, Pedro Sánchez debe ser valiente, y nadie le pide que ejerza de revolucionario enloquecido al asalto de palacios de invierno o de verano. No, simplemente coherencia, democracia y altura de miras. Dos retos son, desde mi punto de vista, los que tiene que saber atender para poder mantenerse con los apoyos que ahora cuenta:
-Una es abrir el camino hacia el Estado plurinacional, donde ningún ciudadano tenga menos derechos que otros pero su estructura asimétrica deje constancia de la diferente realidad organizativa en lo que ahora denominamos oficialmente comunidades autónomas. Ese Estado que reivindicaba y prometía en la oposición y ahora apenas se le escucha. Ese que es perfectamente capaz de acoger a las naciones vasca y catalana en su seno.
-El otro gran reto de Sanchez es promover un debate sereno constituyente que incluya a la Corona.
Creo que se puede y se deben de abrir esos dos melones con todas las consecuencias. Igual nuestros políticos se asombrarían de la madurez democrática de sus votantes. Sería bueno iniciarlo ya y no esperar a que sea demasiado tarde, porque demasiadas veces a lo largo de nuestra historia hemos intentado arreglar problemas ya podridos por inoperancia. Así nos ha ido y no estaría mal que cambiemos de receta.