El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

miércoles, 19 de diciembre de 2018

A día de hoy, la posibilidad de que Sanchez siga es mayor, y consiguientemente, que Cs y PP comiencen a pelearse entre ellos.

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Si Sanchez-aguanta
¿derecha-seguira-unida?
Más de uno ha debido pensar en ese mundo que mantener el lema que se atribuye a Puigdemont –el de “cuanto peor, mejor” – puede ser suicida ante esas perspectivas y que si Sánchez tiende la mano lo más conveniente es aceptársela. 

Hasta Torra ha debido concluir que lo mejor que le puede pasar es que los socialistas sigan un año más en La Moncloa. Aunque los CDR y la CUP sigan en pie de guerra. Y aunque asumir ese planteamiento pueda entenderse en Cataluña como una cesión a los planteamientos de Esquerra Republicana.

Y ¿cuánto tiempo más va a durar la ofensiva de la derecha si el cambio de tono en las relaciones entre Sánchez y Torra produce resultados tangibles como la aprobación de los nuevos presupuestos? Los argumentos de Casado y de Rivera para exigir la aplicación del artículo 155 suenan cada vez más a inconsistentes, por mucho que los retuerzan malignamente. Y si no se les ocurre nada nuevo –que lo estarán buscando hasta debajo de las piedras- terminarán por agotarse. 
Es cierto que una parte significativa de la opinión pública española compra todo lo que le ofrezcan contra Cataluña. Esa actitud no es nueva, viene de hace muchas décadas, siglos quizás. Pero llegará un momento en que hasta una parte de esa gente se canse de escuchar siempre lo mismo sin que se consiga nada. Por mucho apoyo mediático que tenga esa campaña.
Y la derecha puede encontrarse en dificultades si eso ocurre. Porque no tiene un discurso estrella alternativo al de Cataluña e improvisarlo no es cosa de unos días. Y porque contrariamente a lo que se da por hecho, no está tan unida. 
Ciudadanos es el principal rival electoral del PP y aunque aspire a atraer votantes socialistas, la clave de su éxito es una caída del partido de Pablo Casado. Éste, además, tiene un problemón con Vox. Que en lo último en que piensa es apartarse del camino después de su éxito en Andalucía y que aspira a quitarle al PP todos los votos que pueda.