parece mal. Un Estado federado donde se reconozca a España como una nación de naciones es un buen objetivo para la primera mitad del siglo XXI. Pero creo que se ha equivocado al dirigirse al Rey.
En estos temas el Jefe del Estado no pinta nada. No es él quien debe reconocer o no a Euskadi. Es el Parlamento del Estado, la sede de la soberanía. Felipe solo es y debería seguir siendo un "florero político" que debe de atenerse a lo que le dicte el Parlamento.
Las decisiones políticas tienen que salir, pactadas y consensuadas desde el hemiciclo, nunca desde la Corona.