Ya es hora de que la Especie Humana
nos pongamos de acuerdo en algo que nos una,
que además es incontrovertible.
El solsticio se produce porque en la elipse
que el planeta Tierra -nuestra Madre-
recorre alrededor del Sol -nuestro Padre-
ahora toca el cambio y vuelve
la luz, el calor y los días más largos.
Por ello el nacimiento del año nuevo es
técnico, científico, conocido y no modificable.
No depende de unas culturas o de las otras,
ni de creencia alguna.
Es matemático y debería unirnos
y celebrar el año nuevo todos por igual,
le asignemos el número que le asignemos.
Ello nos haría más cercanos y nos daríamos
un abrazo de alegría todos los seres humanos.
Porque todos vivimos en el mismo planeta
y es él el que gira.
En fin, que cada uno celebre lo que quiera,
pero que lo celebre.