¿Qué pueblo o país no tiene muertos que se niegan a ser olvidados? ¿Dónde no hay muertos mal enterrados?
Más de treinta años después del estreno de ¡Ay, Carmela!, la obra de José Sanchís Sinisterra vuelve a la carga para dar voz a todos aquellos que quieren ser recordados, para reivindicar la memoria de los pueblos.
En plena Guerra Civil, dos cómicos pobres y cansados se ven atrapados en la zona franquista, y obligados a ofrecer un espectáculo de varietés a las tropas nacionales y a milicianos de las Brigadas Internacionales.
Pero más allá de esa historia, ¡Ay, Carmela! arrastra un grito contra el olvido.