Me sorprendía Carlos Iturgaiz cuando decía que "Habían ganado ... a las encuestas". Se pueden decir mentiras tonterías cuando te queda margen de que alguien te entre al trapo y te crea, pero en este caso, la idiotez y el fracaso era demasiado grande.
Carlos Iturgaiz pierde casi la mitad de los escaños del PP, y eso que partía de un resultado pésimo. El de este fin de semana es aún más catastrófico: el peor en 34 años, y encima cediendo parte del exiguo botín a Ciudadanos. El simulacro de “España suma” le ha salido muy rentable al partido naranja, pero muy poco al Partido Popular. Desde 1986, cuando el PP era Alianza Popular, no habían tenido unas elecciones tan desastrosas.
Es un fiasco absoluto que tiene un gran responsable, y no es precisamente Carlos Iturgaiz. Este era simplemente el "tonto util", aunque en este caso no haya funcionado. El gran responsable es Pablo Casado, que fue quien decidió apostar por el mentor de Santiago Abascal como antídoto para frenar a Vox, y ni siquiera para eso le ha funcionado.
Mientras Feijóo jugaba a ser de centro, Casado giraba aún más a la derecha. El resultado de ambas estrategias está a la vista y es una herida mortal para el líder del Partido Popular. Casado cosecha su sexta derrota electoral consecutiva, y solo lleva al frente del partido dos años.
El séptimo fiasco de Casado, casi con seguridad, será en las próximas elecciones catalanas, donde las perspectivas para el Partido Popular no son muy esperanzadoras. Empieza una nueva guerra interna por el liderazgo en la derecha. Feijóo gana en Galicia, pero no está claro que vaya a gobernar allí por cuatro años. Los cambios no serán radicales a corto plazo pero yo creo que si fuese Cayetana pondría mis barbas a remojar.