El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

miércoles, 8 de julio de 2020

Lo del rey Juan Carlos no se podía saber. Sólo algún mindundi que otro.

Estoy impactado por las sucesivas revelaciones sobre el rey Juan Carlos, como imagino que estarán impactadas varias generaciones de españoles. ¡Comisiones, dinero negro, paraísos fiscales, testaferros! Quién lo iba a decir, quién podía sospechar que el rey ejemplar andaba metido en negocios turbios, quién diría que amasaba una fortuna ilegal amparado en su inviolabilidad. ¿Quién? 

¿Quién? Cualquiera que deducía desde hace más de veinte años unos cuantos trapicheos del rey. No lo de Corinna y el AVE saudí, que eso es más reciente; pero sí las comisiones por la venta de petróleo que siempre se le han atribuido, las inversiones ruinosas con dinero de amigos, su relación con ciertos pájaros que acabaron invariablemente condenados por corrupción, o el enorme patrimonio que nada tenía que ver con la asignación presupuestaria de la Casa Real.

¿Quién? Cualquiera que cuestionaba sus intrigas políticas en la Transición, su cuestionable papel en el 23F, sus amistades peligrosas, su afición al lujo o su ajetreada vida amorosa, y lo sabía en un tiempo en que no había redes sociales, ni blogs, ni Anonymous o Wikileaks, ni tantos medios independientes como tenemos hoy. 

www.eldiario.es/opinion/rey-no-podia-juan-carlos
Isaac Rosa
Que el rey se dedicó desde el comienzo de su reinado a actividades dudosas lo sabíamos los mindundis, pero nada sabían de ello los sucesivos gobiernos de la democracia, ni las cúpulas de los partidos, ni los servicios secretos, ni los cuerpos de seguridad, ni la judicatura, ni los propietarios, directores y periodistas estrella de los medios de comunicación, ni los grandes empresarios, ni los cortesanos habituales, ni los famosos que le reían la campechanía en actos oficiales, ni las personalidades que repetían que ellos no eran monárquicos sino juancarlistas; ni por supuesto lo sabía su familia, ni en ningún caso lo pudo saber su hijo y actual rey.