El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

lunes, 6 de julio de 2020

La Iglesia, el PP y el laicismo.

El luto por los muertos del coronavirus sigue siendo un motivo para que los carroñeros tengan "razones" para atacar al gobierno. En esta ocasión se han rasgado las vestiduras porque el Presidente no ha acudido a una cita religiosa y en cambio estaba realizando su trabajo con su colega del país vecino.

A veces parece que seguimos siendo un país de chichinabo, donde las sotanas intentan seguir creando tendencia y marcar las agendas de políticos y, si se les deja, de la sociedad en general, como antaño. 

Los obispos católicos y los dirigentes meapilas del PP no entienden ni asumen la aconfesionalidad constitucional del Estado y se creen que todo el mundo tiene que perder el culo ante cualquier convocatoria de carácter religioso, sin querer entender que el propio gobierno ya tiene convocada una cita aconfesional para conmemorar este luto, el 16 de este mes.

Deberíamos reconocer todos que tanto el Estado como la Iglesia pertenecen a dos órdenes institucionales diferentes, que no ejercen su mandato en el mismo nivel, aunque ambos ejercen autoridad, los primeros en toda la ciudadanía, los segundos en quienes voluntariamente quieran seguirles. 

Por todo ello, defiendo que el papel del presidente debe asegurar que todos tengan la libertad de creer y de no creer. Pido siempre el respeto absoluto y el compromiso con las leyes de este Estado de Derecho que se llama España. Y este respeto comienza con el respeto absoluto a la laicidad, ni más ni menos.