Para una clase empresarial antigua y poco competitiva,
para una derecha con oído musical para el franquismo y el autoritarismo,
para unos obispos que creen que toda la grey de España son sus obligados corderos,
para unos medios que ocultaron durante cuarenta años sus fechorías, ... ... ...
el referente ha sido un rey con tarjetas black y cuentas off shore.
La derecha está desesperada
porque el hundimiento de la figura del Rey Juan Carlos I
es una debacle por donde se desenreda la madeja
que habían hilado a la muerte de Franco.
No puede ser Jefe del Estado
alguien que hereda ese cargo
de alguien sobre quien recaen tantas sospechas.
Porque Felipe VI, si renuncia a la herencia de su padre,
debe renunciar también al trono.