Nada es tan lacerante, para un periodista, como la indiferencia ante las injusticias cotidianas, diríase que eternas, cuya crónica se esfuerza en transmitir. Y ese es, precisamente, uno de los más graves pecados de este nuestro «primer mundo».
Fede Merino ha viajado como periodista por las diversas cartografías de esa injusticia, de manera especial en América.
Ha cosechado allí historias y vivencias que nos hablan con crudeza y sin disimulos de realidades que nuestra acolchada conciencia europea prefiere ignorar o, a lo sumo, anotar en la columna de lo reprobable, sin que ello dé lugar a otros ni mejores gestos.
A lo largo de estas páginas, el periodista nos conduce con pulso firme y amistoso por pequeñas historias que van y vienen de América a Euskadi y del pasado al presente. Desfilan por ellas personajes del más variado pelaje, observados siempre con la aguda mirada de quien está acostumbrado a percibir la verdad tras los celofanes con que los seres humanos camuflamos nuestras mejores y peores pulsiones.
Pero, tratándose de Fede Merino, no podía faltar en este relato la crónica del emblemático «bacalao» del Athletic, el irrintzi rojiblanco creado por él para cantar los goles del Athletic en las transmisiones radiofónicas.
Porque todo es vida, y vida es lo que destilan estas apasionadas páginas.