El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

domingo, 23 de mayo de 2021

Aragonés no merece compasión alguna. Ser incendiario y bombero es incompatible.

Porque, tal como indica Aulestia en El Correo de ayer, en la vindicación histórica de su investidura el de la foto se "olvidó" de un episodio crucial y nefasto. El papel que Oriol Junqueras y especialmente Marta Rovira representaron en aquella crítica noche del 26 al 27 de octubre de 2017, que desembocó en una declaración simulada de independencia.

La ERC supuestamente posibilista y moderada, el partido de Aragonés, no debería remontarse ochenta años atrás. Debería comenzar por reconocer que sus dirigentes de hace cuatro años convirtieron la histeria política en un recurso que colapsó la Generalitat y catapultó a Puigdemont al delirio.

Y Pere Aragonès i García será víctima de ese pasado del que no quiere dar cuenta.