En este tema de "seguridad e izquierda" hay quienes defienden que si algún día una ultraderecha con un mínimo de olor a "no pijos, aristócratas y vagos" llega a España y lo sabe capitalizar puede ser incluso hegemónica (mi miedo para los barrios desde hace años), ya que la izquierda nunca ha disputado el concepto de seguridad.
Yo entendiendo "seguridad" como la capacidad de salir a la calle sin miedo y como la sensación, acertada o no, de tener bajo control los parámetros básicos de una vida futura con un mínimo de confort. Nadie envidia las penurias, la falta de libertad o el vivir en un país traumáticamente poco desarrollado de nuestros abuelos. No va de eso el debate.
Pero sí parece evidente que la gente que en este momento está en los 20 y 30 carece de certezas y seguridades. No tienen una estabilidad laboral, no tendrán una casa pagada y, simplemente, no pueden hacer un plan a medio plazo. No ver, desde nuestro privilegio, que eso les puede llevar a agarrarse a cualquier discurso (y digo cualquiera) y que no sería más que un fracaso de las políticas de izquierdas es superioridad moral de la mala. La seguridad es, me parece, el concepto clave de lo que se nos viene. Y disputarlo debe ser prioridad. Cuando a la gente se le han ido quitando todas y cada una de las seguridades que tenía (laborales, personales, económicas, hasta identitarias), que nadie le pida nada.