El Gobierno decidirá próximamente sobre el indulto de los políticos catalanes condenados por su actuación durante el procés.
Obligado por ley a tomar una decisión, el Gobierno ha sido objeto ya de críticas y descalificaciones de alto voltaje que intentan amedrentarlo preventivamente.
Somos muchos los que esperamos una decisión favorable al indulto y reconocemos la valentía de una decisión difícil que provocará costes inmediatos al Gobierno de PSOE-UP. Pero desde una perspectiva de horizonte más dilatado, surgen razones de mucho peso para apoyarlo.
Y además, son razones compartidas en Cataluña por una amplia mayoría de su ciudadanía y que podrá serlo también por quienes en otras partes de España queremos dar una salida eficaz y estable a la grave crisis territorial que nuestro sistema político padece desde hace tiempo y no queremos explotarla en beneficio de intereses de partido o de grupo.