en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

martes, 11 de mayo de 2021

Kale borroka sanitaria.
Cuando escaseen los respiradores,
que no les falten a estos majaderos,
al menos, barriles de cerveza.

 Si aplicáramos el discurso de confrontación que tanto gusta a la derecha, los macrobotellones vividos en todo el estado, en Madrid, en Barcelona, y también en Sopelana, tras el decaimiento del estado de alarma nos llevarían a hablar de kale borroka sanitaria. Las hordas de inconscientes poniéndonos en peligro a toda España, tanto desde la óptica de salud pública como económica, son responsables de sus actos, independientemente de las decisiones de nuestros gobernantes, que escudándose en eso hacen mutis por el foro.

Las concentraciones de personas sin respetar ni la ley ni las normas de seguridad sanitarias más esenciales se sucedieron por buena parte del país. Tras terminar el toque de queda, la gente -y es importante precisar que no sólo jóvenes- inundaron las calles a medianoche para seguir de fiesta, como si en ello les fuera la vida cuando, en realidad, precisamente por hacerlo igual la pierden ellos y sus seres más queridos.

La estupefacción e indignación del personal sanitario era máxima ante esta suerte de kale borroka sanitaria, de ese rebaño de personas que identifican diversión con borracheras, todos ellos defendiendo la exaltación de esa libertad individual que Ayuso defendía hasta el martes de la semana pasada y que es la misma que ahora están utilizando quienes andan de macrobotellón nocturno.