Lamentable final del Estado de Alarma, mucho gamberrismo y más cinismo.

 

Hay quien se empeña en culpar a los jueces y juezas.

Y no. La judicatura simplemente interpreta la ley.

Y si esta se redacta de manera especialmente abierta y se aprueba para que pueda ser interpretable, depende por ejemplo a quien se juzgue, la culpa no es de los togados, sino de la clase política que durante más de un año se ha mostrado incapaz de dialogar, consensuar y acordar leyes que sabian que a medio plazo se iban a necesitar.

Y si además, comprobamos diariamente que muchos medios de comunicación se alimentan de dar imágenes de gente estúpida alardeando de incumplimientos cívicos regados generosamente de alcohol, de imágenes reales pero que resultan innecesarias y contraproducentes ante un público, cansado y enfadado, conseguimos una mezcla de rabia, enfado y hartazgo.

Hoy los políticos que se rasgan las vestiduras tendrían que recordar sus declaraciones de hace un año cuando protestaban por la implementación de esa misma ley. Protestaban porque "atentaba a sus competencias".

No hace falta recordarles que el confinamiento es fruto del Estado de Alarma y está en manos de todas las presidencias de las CC AA.

Solo tienen que solicitarla al Gobierno Central y se procede a su decreto.
Si consideran que es tan necesario como dicen ...
¿Por qué no lo solicitan?
¿No será que no quieren correr con ese coste político?
¡Ah! ¿Que puede ir en contra de su ideología y sus votantes no lo iban a entender?
¡Ya!
¿Que si se lo pueden echar a la chepa de Sanchez, sí,
pero si queda bajo su responsabilidad , no?

A esto, toda la vida, se ha llamado ... CINISMO, 
CINISMO POLÍTICO.