Cualquiera que me conozca sabe que todos los aparatos electrónicos me atraen de manera especial y suelo procurar acercarme a ellos y probarlos.
El Iphone es otra historia. Para empezar lo del precio me parece que no se corresponde con la realidad, y algunos artículos que he han salido en la prensa esta semana comentan que el valor real de los que lo compren, si nos atenemos a la letra pequeña de los contratos, superará con creces los 1.000 €.
Pero lo que mas me ha jodido, lo confieso, de toda esta campaña mediática es que un instrumento símbolo, en teoría, del internet 2.0, solo pueda adquirirse en una sola compañía telefónica.
¡Joder con la interpretación que hacen algunos, y algunas, de la tecnología 2.0!