Para el contento de casi todo el mundo el Alcalde bilbaíno ha vuelto a tomar las riendas del cargo. Y, sin duda, ha retornado con ganas.
A mí, personalmente, me ha producido una inmensa alegría, tanto su vuelta como tal, así como el hecho de que opiniones que comparto, puedan convertirse en titulares, puesto que al salir de su boca tienen bastante mas eco que el mío y el de muchos otros.
Termino este post comentándoos el gusanillo que me envuelve en estos momentos. Hoy visito el quirófano por culpa del cuadriceps ya mencionado en otro post anterior, así que la "mala pata" al final necesita de cirugía para volver a doblarse, por lo menos, como lo hacia hasta el viernes pasado.
