El pasado viernes Joan Marcet, profesor de la UAB y director del "Institut de Ciencies Politiques i Socials", comentaba en EL PAÍS sobre las dos opciones que se le planteaban a CiU este fin de semana, y señalaba los dos diferentes senderos que se presentaban ante el partido y ante los que éste tendría que hacer una opción clara por uno, dejando el otro "para otros caminantes": Sentar unas bases sólidas programáticas y estratégicas que le permitan recuperar la Generalitat, con una clara orientación plural e integradora, o profundizar en una opción soberanista, compitiendo o pactando con ERC, y que parece destinada al fracaso.
Y la situación me ha recordado a la que vivimos en este momento también en Euskadi, dentro del partido que gobierna el país ininterrumpidamente desde hace casi 30 años.: U optamos por apostar por un gobierno estable, para mas de una legislatura, que permita asentar las bases del país de una manera consensuada y transversal o apostamos por aunar fuerzas independentistas, diluyéndonos en una coalición al estilo "Euskal Herria Bai", alejándonos del centro político y regalándo ese espacio a fuerzas deseosas de arrebatárnoslo.
Mi opción es bastante evidente. Estoy convencido de que la progresiva radicalización de las posiciones nacionalistas, bajo la obsesión de la competencia electoral de grupos supuestamente mas abertzales y progresistas que el nuestro, no nos lleva a buen puerto. Manteniéndonos en posiciones centradas y dialogantes nos permitira seguir conservando en nuestras manos el timón del país, aunque tengamos que cambiar de compañeros de "co-mando" en tan hermoso viaje.
