Con todos los respetos, seguro que hay muchas diferencias entre los dos sujetos del título, pero en este post voy a comentar algunos puntos en lo que les asemeja.1) El nombre ya de por sí es significativo. Muy asumible por todo el mundo. Ser "ciudadanos" e ir "todos unidos" en alegre "biribilketa" es algo que parece bonito y amable.
A su vez esconde cualquier amago de ideología, y eso cuando vivimos tiempos convulsos, a veces viene bien. En este caso te facilita poder decir que "donde dije digo, digo Diego", sin romper ningún principio básico del partido. Y de eso ya hemos presenciado algunos ejemplos.
2) El odio a Podemos. Sí. Una manía especial que solo con oírlo les produce cierto estado de excepción. Aquí, porque intentaron ocupar su lugar, los de Iglesias se dieron cuenta del percal, no les dieron la bendición que pretendían y saltaron al "independientismo", sí, has leído bien. No al independentismo que en este pueblo ya tiene cubierto el espacio.
Los "independientes" son algo así como enviados del cielo. Están por encima del bien y del mal de los partidos. Miran a las organizaciones políticas habituales por encima del hombro porque ellos son "independientes", no como aquellos, y consecuentemente, sus mensajes y propuestas "muchiiiisimo" mejores, más democráticas y bla, bla, bla ....
3) La otra semejanza que encuentro tiene que ver con el pacto, ese del que desconocemos el texto pero que ellos prometen haber firmado. Prometen no haber incumplido lo prometido y realizan un pacto con el partido que cubre todo el arco parlamentario que no es el de izquierdas, y que no nombro para no ofender. Juegan a poder ser bisagra, y ante la duda, la elección siempre es la misma.
En ese pacto, lo que cualquier persona vulgar y desvergonzada diría que le tienen agarrado de los huevos al que se sienta en el sillón de Alcaldía, yo simplemente comento que ambos partidos, Naranjitos y DB/TU, cada uno en su ámbito claro está, tienen la capacidad de ir desgastando al partido que han colocado con sus votos en el Gobierno, poco a poco, hasta poder echarlo en el momento que les interese de los cuatro años de legislatura.
