La formación islamista fundada por Erdogan, que presentaba de candidato al político veterano Binali Yildirim, sufrió su mayor traspiés en 17 años de vida, perdiendo, incluso, en distritos que fueron sus bastiones durante años. Una buena noticia para un país que nunca debió de dejar arrastrarse por la religión abandonando una actitud laica y democrática.
Así, Imamoglu se confirma como el rival de Erdogan del mañana. Por una Turquía laica y democrática.