Con el lío de la política del fin de semana pasado se me ha olvidado hacer un comentario crítico sobre "el acontecimiento social" del pasado weekend.
Parece inmoral la ostentación de lujo, poder y riqueza egocéntrica e insultante que hicieron en la boda.
Parece inmoral la ostentación de lujo, poder y riqueza egocéntrica e insultante que hicieron en la boda.
Indignante que las administraciones se plieguen a todas sus peticiones, cerrando calles y dejando sin trabajo por la zona temporalmente a buena parte de los taxis y carros de caballos de la ciudad.
Dicen que quería hacerlo para que fuera histórica, pero lo que consiguieron es que fuera histórica pero del insulto a esa ciudadanía que lo pasa mal para llegar a fin de mes.
Y si la administración en general se plegó a sus deseos, lo de la Iglesia Católica es de vomitar, aunque sea algo a lo que nos tienen acostumbrados, y sigan manifestando tan descaradamente su apuesta por el poder y la riqueza, aunque a veces, algunos, digan lo contrario.
No hay más que comentar ...