El PP ha convertido el asunto Rivera en un fracaso propio cuando realmente es un éxito para el País

jueves, 8 de octubre de 2020

Aguirre y sus agujeros negros

El mismo día que le dan el Premio Nobel de Física a Roger Penrose, Esperanza Aguirre abre la boca. Vaya lo uno por lo otro. 
Creía que Aguirre había dejado la política al fin, después de muchos años de desmanes, pero está visto que no hay forma de que la política la deje a ella. Se trata de una especie de simbiosis todavía no muy estudiada por la comunidad científica, una serie de mutaciones de sí misma en las que Aguirre se perpetua a través de sus sucesores: 
-Ignacio González, en libertad bajo fianza y acusado de diversos cargos de corrupción; 
-Cristina Cifuentes, dimitida tras su máster de la señorita Pepis y un video donde privatizaba botes de crema en el Eroski; 
-Isabel Díaz Ayuso, community manager del coronavirus después de llevar la cuenta de twitter de un perro. 
Penrose es, tal vez, la mayor eminencia mundial del mundo en agujeros negros excepto en Madrid, donde el agujero negro se llama Esperanza Aguirre.