en la que elegiremos el nuevo Parlamento Vasco.

lunes, 12 de octubre de 2020

Es este año en el que la NO-Fiesta está tan de moda, sirva el adverbio para el día de hoy.

Todos los doce de octubre, al levantarme de la cama, me pongo la misma canción, un himno dedicado a esa gente honrada que no acepta que otros piensen o se sientan diferentes, y los "señalan" entre los suyos de ciudadanos/as con "mala reputación".

Y como todos los años nos llenan de información sobre el tema, yo mantengo mi post anual de respuesta, recordando esta vez algunos de los últimos años.

En el post de 2012 lamentaba que la Fiesta se sustentase sobre la fuerza del imperio y la lucha entre "razas", dos peligros todavía muy presentes entre todos nosotros.


En el post del 2014 hablaba de la Fiesta y el Ébola, el virus asesino famoso aquel año. Ahora tenemos otro.

Esta imagen es del post del 2017



Esta fiesta, y todas las Fiestas Nacionales de toda la ciudadanía de un Estado plurinacional y diverso, deberían replantear su fecha por motivos obvios, evitando coincidencias con victorias o derrotas militares o resurrecciones de presuntos dioses locales, y en mi opinión, en estos nuevos tiempos que corren, no habría que perder la oportunidad de asumir la posibilidad de renovar y fortalecer nuevos acuerdos sociales más amplios que deberían de ser un objetivo de todos.

Es cierto que con Colón se inicio un amplio proceso internacional de comercio, pero que este ilustre marino no "descubrió" nada es evidente. Por el norte las relaciones basadas en 
la pesca llevaban tiempo realizándose. Abrió un mercado, eso sí, que, por cierto, cerró el futuro de miles de lugareños. El hecho de que se abrieran las relaciones económicas y con ellas, se ampliase incluso el abanico gastronómico en el planeta no debe usarse como acierto de unos pocos sin nombrar el sufrimiento que llevó también a otros muchos.